Los insectos ayudan a los científicos a lograr avances médicos
Tener miedo a los insectos espeluznantes es normal, de hecho puede haber incluso una explicación evolutiva para el miedo que tanta gente muestra hacia los insectos y las arañas. La mayoría de la gente quiere evitar los insectos a toda costa, tengan o no miedo de ellos. Sin embargo, tal vez los insectos merecen un poco más de atención y respeto del que queremos darles, ya que algunos insectos están ayudando a los científicos a encontrar nuevos tratamientos para enfermedades que hoy en día son devastadoras.
La mosca doméstica, por ejemplo, comparte muchos de sus genes con la mosca de la fruta, y la mosca de la fruta comparte el sesenta por ciento de su composición genética con los humanos. Debido a esta relación genética, los investigadores pueden examinar los genes de una mosca doméstica para comprender mejor el funcionamiento genético de un humano. Quizás, codificando secuencias de genes de moscas, los investigadores puedan aprender a prevenir anormalidades genéticas en humanos.
Las investigaciones también han demostrado que el 40% de 205 especies diferentes de veneno de araña contienen compuestos que bloquean los receptores de dolor en el cuerpo humano. Y no es sólo el veneno de araña interesa a los investigadores médicos. Resulta que la seda de la araña también se puede utilizar para ayudar a las víctimas de daños nerviosos. La cirugía nerviosa reconstructiva con seda de araña ya es una realidad en ensayos con animales.
Los investigadores también están entusiasmados con los beneficios médicos que las abejas traen al terreno médico. Un compuesto químico que se encuentra en el veneno de la abeja llamado melitina puede potencialmente destruir la inmunodeficiencia humana. La melitina también puede formar una membrana de doble capa alrededor de virus.
Una vez que esto sea posible, entonces las nanopartículas tóxicas podrían ser entregadas a la célula viral, eliminandola eficazmente. De hecho, los investigadores ya están considerando al veneno de abeja como un ingrediente en un gel vaginal contra el VIH (Sida). Las abejas también podrían ayudar a desarrollar medicamentos antibióticos, ya que las abejas producen una sustancia antimicrobiana que puede erradicar las infecciones por estafilococo y otras infecciones bacterianas, dando el relevo a los muy utilizados derivados de la penicilina.